El pasado 30 de abril la Asociación Mujeres Siglo XXI realizó una visita a la“muy noble, muy leal, caritativa, hospitalaria, muy culta, docta y sabia” ciudad de Salamanca. Títulos los cuales pudieron vivir y sentir in situ entre sus calles y rincones más especiales.
El día comenzó a las 6:30 horas en la parada de autobuses de Puebla, en la cual, este grupo de “aventureras” daba comienzo su viaje a través de gran parte de la Comunidad Autónoma de Extremadura hasta llegar a su destino en torno a las 10:30 horas.
La visita comenzó en el puente de origen romano sobre el río Tormes y su famoso “verraco” de piedra perteneciente a la cultura Vetona. A través de los cuales hicieron un repaso a la historia que sienta las bases de la actual ciudad salmantina.
A continuación se dirigieron a la “ciudad vieja” (casco histórico) declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 para visitar la Catedral. A pesar de las inclemencias meteorológicas, centradas en una fuerte lluvia y viento, pudieron visitar el interior del conjunto catedralicio que forma parte de Salamanca, ya que se trata de los pocos ejemplos en los que se puede contemplar dos catedrales juntas con diferentes cronologías. La más antigua de estilo románico y levantada durante el siglo XII guarda en su interior un magnífico retablo que narra la vida de la Virgen María y de Jesucristo rematado por un impresionante Juicio Final en la bóveda del ábside. La segunda Catedral, siglos XVI-XVIII, es uno de los mejores exponentes en cuanto a arquitectura se refiere por su mezcla gótica hasta el período barroco.
Tras este “viaje” por varios siglos concentrados en un edificio y la importancia que tuvo dicho lugar en el nacimiento de las escuelas catedralicias que en época de Alfonso X se transformaría en la Universidad de Salamanca, se trasladaron a la zona que conforma la Universidad a partir del siglo XV. Allí se divirtieron buscando la famosa rana de la fachada plateresca de las escuelas mayores.
El siguiente destino se encaminó a la Clerecía (actual Universidad Pontificia) de estilo barroco y la casa de las conchas, edificio el cual guarda leyendas sobre su historia y su decoración.De esta manera, antes de parar a comer, contemplaron la Plaza Mayor y su importancia como centro de la vida salmantina.
Finalizada la comida continuó la visita guiada hasta las Cueva de Salamanca y la leyenda que rodea este lugar, la torre de los Anaya, torre de los Villena y el jardín de Calisto y Melibea, lugar en el cual Fernando de Rojas sitúa la Celestina, hasta desembocar en el Convento de San Esteban construido a lo largo del siglo XVI y que es uno de los mejores ejemplos de fachada plateresca a modo de retablo, llegando tras este edificio el momento del tiempo libre hasta iniciar la vuelta a nuestra población.
Una jornada marcada por la lluvia y el mal tiempo, que para nada impidió risas, buenos momentos, confidencias y fraternidad que quedarán grabados en las retinas de las asistentes para siempre.
